domingo, 1 de abril de 2012

Reflexiones de domingo

Os contaré un secreto, algo que no se enseña en un templo:los dioses nos envidian, nos envidian porque somos mortales,porque cada instante nuestro podría ser el último, todo es mas hermoso porque hay un final.

Imagen de flowers, red, and blood
Todos nos enfrentamos en la vida a decisiones angustiosas, elecciones morales, algunas de ellas son a gran escala. La mayoría de dichas decisiones son de asuntos banales, pero nos definimos a nosotros mismos según las decisiones que hemos tomado, y en realidad, somos la suma de todas nuestras decisiones.



La felicidad humana no parece haber sido incluida en el proyecto de la creación, somos sólo nosotros, con nuestra capacidad para amar, los que damos sentido al universo indiferente y, sin embargo, la mayoría de los seres humanos parecen tener la capacidad de seguir intentándolo e incluso de encontrar la felicidad en cosas tan simples como la familia, el trabajo y la esperanza de que las futuras generaciones puedan comprender el amor mejor.

Esta reflexión no ha salido de mi cabeza, es algo que en su día dijo el gran Woody Allen en una de sus películas.
Puedo deciros que tengo la cabeza hecha un lío... está claro que nadie quiere sufrir en la vida.
Hace unos meses hubiera dicho que es mejor estar sola porque así nadie puede herirte, pero tal día como hoy, lo que temo es quedarme sola. No se si es que he madurado, o que está el mundo tan mal que es mejor pasar los días con alguien que haga que ese mundo en el que vives no sea tan espantoso... el caso es que siempre tendrás a tus amigos y familia apoyándote y queriéndote, pero en ocasiones no basta solo con eso.
Necesitas querer y sentirte querido. Todos lo necesitamos.